Lindsay Lohan fue una de las invitadas a la gala que realizó el Whitney Museum of American Art en Nueva York.
Y como es una starlet llegó luciendo un vestido dorado y un abrigo de piel color de rosa.
Lamentablemente el vestuario fue una mala decisión. Los fotógrafos se acercaron y Lindsay empezó a posar y a saludar levantando el brazo. Al mismo tiempo uno de sus pechos salió también a saludar al público.
El color del atuendo, por lo demás, no la favoreció porque actualmente Lohan está muy pálida.
De otro lado, se supo hoy que el ladrón que ingresó a su casa a principios de año fue capturado. Es un ex empleado que podría terminar preso seis años por robar joyas y ropa por más de US$170 mil.
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